sábado, 30 de enero de 2010

Los ángeles forman cuerpos de luz para las gemas:

Las gemas son materia viva: en la naturaleza se formaron bajo condiciones de enorme presión y altas temperaturas. En su proceso de formación se unieron a ellas valiosos minerales. Estos determinan su color y el desarrollo de propiedades especificas, con las que las gemas son beneficiosas y curativas en muchos sentidos, tanto a nivel físico, espiritual y mental.

Junto a la acción científicamente estudiada de los minerales y del color de la gema, en su proceso de formación se produce una unión con fuerzas de luz cósmica y divina, las cuales se mantienen ocultas a los ojos del científico, pero pueden experimentarse a través de sus efectos.

Incluso antes de que la gema se forme en el interior de la tierra, su cuerpo de luz se crea en las grandes corrientes cromáticas cósmicas del mundo de luz con el o los colores que mostrara en la Tierra. Además, la piedra de luz esta rodeada de los ángeles de su rayo cromático, los cuales le confieren su color, así como fuerzas y cualidades curativas (sus dones) a modo de semillas que se mantienen conectadas con la piedra en la luz. Así los ángeles se preocupan a su manera de que su piedra de luz en el cosmos se deposite como una semilla en el vientre de la madre piedra, controlando y protegiendo su inmenso proceso de formación, el cual mediante grandes fuerzas de transformación y metamorfosis, lleva a la cristalización, e introducen la esencia de la piedra de luz en la materia de la gema.

Así, en cada gema se esconde la semilla de la curación, que en la tierra podemos desplegar y utilizar y cada gema esta conectada con ángeles a los cuales es posible llegar de manera sencilla a través de su piedra.

En ocasiones, los ángeles que acceden a nosotros a través de las gemas son incluso visibles mediante inclusiones, estructuras, dibujos, formas y a través de los luminosos y brillantes colores de las gemas, con los que nuestras fuerzas del alma pueden asociar ángeles.

Referencia: Angeles de Luz

Bendiciones de luz,

Sylvia R.